viernes, 23 de septiembre de 2011

SEXTO REPORTE DEL LIBRO DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Pues con una sorpresa de este libro ya que después de todo lo que paso anteriormente, ya que después de que Aureliano compartía las tardes con su suegro jugando domino, este se rebeló por ya que estaba metido con lo de la guerra que se empezaba a desatar.
Llegaron pelotones a Macondo, pero duraron poco tiempo ya que Aureliano junto con sus amigos lograrón vencerlos y traer de vuelta la tranquilidad en su pueblo. En esa noche Arcadio fue nombrado jefe civil y militar de la plaza. Y después de esto todos los hombres tuvieron que partir a la guerra e unir fuerzas con el revolucionario Victorio Medina. Antes de irse Aureliano fue por su suegro y le dijo que se quedara tranquilo ya que el nuevo gobierno liberal le garantizaba la seguridad a él y a su familia; le dijo a Arcadio que le dejaban a macondo para que procurara que estuviera mejor de que lo dejaron.
 Aureliano se convirtió entonces en coronel. El cual promovió muchos levantamientos armados y casi todos los perdió, tuvo diecisiete mujeres y con cada una tuvo un hijo, estos antes de llegar a los treinta los cuales fueron asesinados uno tras otro. Llegó a ser comandante, el hombre más temido por el gobierno.
Arcadio tomo muy en serio la responsabilidad que le dejo Aureliano por lo que invento un uniforme, emplazo las dos piezas de artillería a la entrada del pueblo. Recluyo al padre Nicanor, le prohibió dar misa; mando entrenar a un pelotón para fusilamiento en la plaza, practicaban con un espantapájaros, nadie tomo esto en serio hasta que una noche en la tienda de Catarino donde una persona lo saludo en forma fanfarrona lo que provoco la risa de la gente, por lo que este hecho hizo que Arcadio lo mandara fusilar por irrespeto a la autoridad.
Úrsula cada vez que cometía un acto de esto le decía que era un asesino, y que cuando Aureliano se enterara lo iba a fusilar. Otro de sus hechos fue arrestar al suegro de Aureliano, Apolinar Moscote por haber dicho que ahora sufrieran la diferencia, por lo que lo mando fusilar, pero aquí reacciono Úrsula y lo fue a defender ya que no quería más problemas dentro de Macondo, por lo que logro tranquilizar a Arcadio aunque un poco tarde ya que ya le había dado un balazo pero sin haberlo matado.
Y fue entonces cuando Úrsula tomo el mando de Macondo y todo empezó a volver a la normalidad.
Ella visitaba a José Arcadio Buendía, el cual seguía amarrado y debajo de una choza, le platicaba sobre los acontecimientos que sucedían en Macondo hasta que un día vio que sus ojos se llenaron de tristeza le dejo de decir cosas tristes y le empezó a mentir y a decirle que ya todas las cosas estaban mejorando, tantas fueron las mentiras que hasta ella misma las empezó a creer; hasta que un día por fin había llegado una noticia agradable la cual que Amaranta y el italiano se iban a casar, después de todo lo que había sufrido Pietro Crespi por fin había encontrado el amor; todo lo que hizo el por ella parecía indicar que Amaranta sería feliz sin tropiezos. Ya tanta era la insistencia de quererse casar de Crespi que le pidió a Amaranta que se casaran el mes que entraba, pero nunca espero que la respuesta que le dio Amaranta la cual le dijo que no fuera ingenuo que ella ni muerta se casaría con él, este desconcertado sufrió y lloro mucho por ella, lloro en el regazo de Úrsula la cual estaba impactada y a punto de enloquecer por lo que había hecho su hija y estaba muy apenada con Crespi, fueron tantas las insistencias de esta hasta que se rindió, decidió encerrarse en un cuarto cantando para Amaranta, pero ella nunca le hizo caso ya que todos aquellos que lo escuchaban prendían una luz de la ventana y la única luz apagada era la de Amaranta.
En el mes de noviembre su hermano abrió el cuarto en donde se encontraba Pietro Crespi en el escritorio de la tiende con las muñecas cortadas a navajas. Fue una noticia terrible ya que la gente de Macondo lo quiso mucho así que Úrsula tomo la decisión de que lo velaran en su casa hasta sepultarlo.
Un hecho que sorprendió a Úrsula fue que Arcadio proclamo mediante un bando de duelo oficial por la muerte de Pietro Crespi, ella lo tomo como un regreso del cordero extraviado, pero se equivoco realmente no era eso sino que ya lo había perdido y esto había sido desde siempre a pesar de que Úrsula lo crio desde pequeño como un hijo, pero él no se sentía cómodo en esa familia. Una noche nuevamente en la tiende de Catarino, alguien se atrevió a decirle que no merecía portar el apellido de Buendía, todos esperaban que lo mandara a fusilar pero fue lo contrario ya que no hizo nada y solo contesto a mucha honra no soy Buendía…  

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